INTRODUCCIÓ










No és poca la literatura publicada al voltant de Pilar Montaner. Sobre el seu enorme esperit escrigueren autors de la talla de Rubén Darío, Unamuno, Azorín, Gabriel Alomar o Eugeni d'Ors, i la seva capacitat artística va ser venerada per alguns dels millors pintors de l'època i per molts dels que van protagonitzar la cultura i el bon saber en aquell temps estrany que els va tocar viure. Sorolla, Toni Ribas, Anckerman, Rusiñol, Anglada Camarasa, Toni Gelabert, John Singer Sargent, l'Arxiduc Lluís Salvador i tots els que van tenir veu a la Mallorca de principis de segle XX admiraren l'excel·lent obra pictòrica i els posats d'aquesta menuda però increible dona.


Però a diferència de tots els noms citats, el seu no encapçala enciclopèdies ni apareix citat en els llibres de text. L'explicació potser es pugui trobar en una concatenació de greus problemes personals, que va començar amb la ruïna sobrevinguda de la seva família i que es va allargar amb la malaltia i mort prematura de la major part dels seus catorze fills. Però també és molt probable que el seu nom hagi estat gairebé oblidat per ser dona en un món d'homes. Resulta precisament paradoxal i revelador que algunes de les millors crítiques que rebés en vida fessin referència a la virilitat de la seva pinzellada com una de les seves millors virtuts ...


És hora de donar-la a conèixer a les generacions actuals. És el moment de rescatar de l'oblit i admirar les seves genials quadres, tant els que pertanyen a la seva primera època -encara ajustats als rigors dels cànons d'un segle que agonitzava- , fins als que va imaginar i va elaborar quan la seva mà es tornà valent i seva pinzellada escruixidora.


Seria també extraordinari que per un moment poguéssim participar dels seus pensaments a través de la seva pintura, que aconseguíssim veure a través dels seus ulls aquesta Mallorca a la qual va adorar, amb les seves pedres, els seus paisatges i la seva gent, que poguéssim participar de l'entusiasme per una vida -de vegades somiada, i moltes vegades terrorífica- apurada fins a les últimes conseqüències, amb Juan Sureda, el seu marit, i l'intens amor que va sentir cap als seus fills.



És de justícia que ara li tornem part de tot aquest amor que va moure la seva vida i la seva obra.





traducció




EUGENI D'ORS a Pilar (A la Cartoixa de Valldemossa, 21 d'agost de 1920)








Pilar es una llama. Tiene de la llama la tenuidad, el brillo y, a veces, la palidez azul, centrada por una fina rubicundez.

Se mueve, ligera y vacilante, sobre las cosas. Danza entre ellas, trémula de inquietudes.

Ahora se agacha, y parece a punto de morir.

Ahora se yergue; y, en un elástico serpenteo crepitante, se lanza, como si quisiera alcanzar el cielo.

En ocasiones se deja encerrar en la lamparilla doméstica de la vela enfermiza. Luego salta, libre, y ronda solitaria los lugares del romanticismo nocturno, así un fuego fatuo.

Como la llama, todo lo purifica. Tras de mi silla, en la celda de la Cartuja, hay un ladrillo que tiene marcada la huella de las patas del diablo. Pero yo he visto a Pilar pasar sobre él, pasar sin pasar, en uno de sus ígneos giros. Y ya sé, confiado, que cualquier maleficio está deshecho.

Aquí vivió un año Rubén Darío. Como todo el mundo, debió de tener el gran poeta aspectos mediocres o ridículos en la intimidad. Ninguna anécdota sobre esto ha subsistido aquí. Ha quedado la imagen del genio, que fue grandeza, y la de su vicio que fue una manera de grandeza también.

De la prosa, de lo cotidiano mezquino, nada ¿cómo es esto? El espíritu de Pilar ha pasado. Ha pasado la Pilar-llama, y ha consumido en su ardor noble cuanto era bajo o feo.

Llama dulce, llama amiga, en las tempestades de mañana, te divisaremos, desde la lejanía, como una lucecita de puerto que hay que dejar atrás, pero dispensadora de consuelo y seguridad con solo saber que existe.



                                                                                                         Xenius

FRANCISCO MADRID (Escrit a "El Diluvio" del 10 de maig de 1921)






Pilar, así la llamamos en la intimidad; Pilar, y así saboreamos su nombre como si fuese un sabroso dulce, Pilar.

Pilar es menuda, nerviosa e inquieta -esta santa inquietud espiritual que se refleja en su rostro-. Pilar sonríe a todo, con una risa entre maternal y de conformada hermana de la caridad. En los ojos de Pilar centellea una llama de genio y de dolor; de mujer aventurera y de mujer de su casa; de mujer que ha silenciado la posesión del secreto de la Naturaleza y quiere conocer el de la vida, estancada, no obstante, su existencia, en un remanso de paz mallorquina en el cual es constante el recuerdo cartujano de la muerte. Pilar anda con una serenidad -aunque sea paradójico- algo nerviosa, llena de un fuego de vida. Así son los gestos y las palabras de Pilar -¡sus palabras, que son pocas y que detiene en su boca como para gustarlas!




Pilar es una mujer de una fuerte sensibilidad, oxigenada constantemente por la pureza del campo y del mar mallorquín. Y en todas partes la sombra y la estela de Pilar dejan un perfume de santidad y de buenaventura, lo mismo en su casa, llena de cuadros y de chiquillos, que en la Iglesia de la Cartuja bajo la santa policromía de la luz cenital; lo mismo en el campo cuando pinta o como cuando se encarama a una roca lejana para mejor adorar una puesta de sol; lo mismo en el templete griego de Miramar, perfumado por las brisas de Paganía, como en la ermita perdida de Valldemosa... En todos los lugares por donde pasa Pilar queda un detalle, algo, en el que descubrimos el gusto y el cariño de Pilar. Porque Pilar ama todas las cosas con un amor pecador y santo.





Pilar abre las puertas de su casa a todo aquel que pasa por Mallorca y es amigo de las artes y de las letras y ha tenido en su casa a Rubén Darío y a don Miguel de Unamuno; a Gabriel Alomar y a Eugenio D’Ors; a Azorín y a Joaquín Montaner; a Santiago Rusiñol y a Sebastián Junyent y a otros que han llegado a Mallorca y han encontrado a esta dama, todo delicadeza y encanto.



Pilar Montaner de Sureda... Pintora, con un estilo propio, un poco descuidado y limpio, ha ido trasladando a sus telas lo que sus ojos vieron y ¡han visto tantas cosas y de tal manera, que sus cuadros son alma de su alma! No ha puesto ni más ni menos; ha pintado lo que ha visto con precisión y exactitud y de no haber mirado y admiraba como pintaba Pilar, diríamos que aquellos apuntes de las calas son ensueños del alma, fantasía pictórica de Pilar, porque parecen talmente bellas alucinaciones de un país de cuento infantil.

Pilar tiene una paleta rica de colores y un dibujo valiente, impresionista, impresionante e impresionable.

Cuesta creer que las pinturas de Pilar Montaner sean de una mano femenina, eternamente femenina, de una feminidad inquietante y cordial.

Pilar Montaner tiene una llama en sus ojos de paz, de paz, de paz,..

Francisco Madrid

                                        







ALBERT VIGOLEIS THELEN "La Isla del Segundo Rostro", 1953. Fragment




[...] La madre de Pedro, la princesa, que se llamaba doña Pilar, sabía ciertamente cómo se debe recibir a los invitados. No sólo era una dama de la aristocracia, sino también una artista, y, como tal, vivía en un estado de conciencia especial, lo que hacía que en ocasiones se olvidara de las conveniencias.





[...] la madre de Pedro era una señora de baja estatura, que se vestía con notable negligencia y era considerada una buena retratista. El rey había posado para ella, pese a que normalmente los reyes solo son retratados a partir de tarjetas postales. Resultaba turbador que también se llamara Pilar. Este nombre, que a mis ojos era el símbolo de la lujuria de la calle y del burdel, había acabado por determinar una categoría de mujeres en la que me resultaba imposible clasificar a aquella mujer que, incluso con su bata de pintora, toda llena de manchas, con la que recibía las visitas, no podía negar la nobleza de sus orígenes.






ANTONIO DE HOYOS VINENT ("El Día". Diario de la Noche del 2 de desembre de 1918)

 


[...] Yo recuerdo la mañana de luz en que, feliz y henchido de alegría de vivir amanecí ante la gama de azules cielo y mar en que se miraban las casas blancas, dominadas por la infinita nobleza de la catedral; recuerdo los paisajes, que algunas veces eran como admirables esmaltes; otras, tenían la gracia ambigua de las estampas japonesas; algunas, en fin, la línea torturada y retorcida de los paisajes de Doré. Líneas, luz, colores, todo es maravilloso y sorprendente en aquella isla de orfebrerías.








Comprendo la tentación de nuestros artistas, la atracción misteriosa e invencible a fijar aquello, a pintar aquello, a tratar de sobrevivir al “momento luminoso". Pero para ello hace falta sentir hondo y poseer el dominio de la técnica; y eso pocos lo poseen.

Mir, Rusiñol, Regoyos, Castellanos, nos han dado muy bellas visiones de Mallorca, y sin embargo... Sin embargo, entre las más hermosas, fuertes e intensas están las que ahora nos ofrece Pilar Montaner de Sureda. [...]


Antonio de Hoyos y Vinent





BALLESTEROS DE MARTOS ("La Mañana" del 10 de desembre de 1918)



[...]las obras [...]son de una virilidad, de una pujanza, de una intensidad que en nada parecen ser hijas de un temperamento femenino, antes al contrario, se las creería engendradas por la rebeldía moceril de un púgil de las luchas estéticas.




[...] no son cuadros que se juzgan; son cuadros que se sienten. Hay que poseer un alma lírica; hay que ser sensitivo. Si el latigazo de la emoción no ha sacudido el espíritu, esos cuadros han de parecer absurdos y falsos, pictóricamente considerados; porque lo que hay en ellos es el tesoro imaginativo y sentimental de una mujer prodigiosa, que siendo muy mujer es también muy artista.


Pilar Montaner no sólo sabe ver el paisaje, sino que lo siente y, además, sabe expresarlo como lo ve y lo siente, rara cualidad que sólo logran alcanzar los grandes artistas.
Esta es una pintura realista, en la que la autora, sin prejuicios ni preocupaciones, se entrega por entero, ansiando fundirse con el natural, arrancar los secretos estériles con que la realidad le embriaga. Y lo consigue; porque esa misma embriaguez que ella sintió al pintar sus cuadros, la sentimos nosotros al contemplarlos.
                                                                                   
                                                                                     Ballesteros de Martos


CATY JUAN DE CORRAL "El hombre en la pintura de Pilar Montaner" (1986)



[...] Situémonos en 1906, cuando Don Juan Sureda escucha con atención el consejo del pintor Sorolla, que le recomienda: “Hágase niñera de sus hijos y que su mujer pinte”. Palabras que significaron el aprobado al retrato exigido por el maestro, con el fin de diagnosticar si la fiebre pictórica de Pilar Montaner era pasajera o crónica.

Joaquín Sorolla, Pilar Montaner, Clotilde García del Castillo, Juan Sureda y otros excursionistas, Cala Sant Vicenç 1919

La obra pintada por la futura discípula, descubrió a Sorolla el temperamento y valía vocacional de Pilar Montaner. Mujer joven, ¡y madre ya de tres hijos! Mujer de mirada profunda y firme.
La fuerza de sus ojos chocaba con el cuerpo, delicado y que nunca podría haber servido de modelo a Rubens o a Pablo Picasso.

[...] Pilar Montaner dibuja y pinta con pasión, exigiéndose a sí misma. Conquistada por la luz e imponiéndose su poder creacional. Los compañeros de taller le preguntaban asombrados que cómo se atreve a pintar como el maestro no quiere. A lo que ella contesta escuetamente:

“Porque así lo veo yo". La tela trabajada era muestra patente de su personalísimo quehacer.



[...] Este último [estudio de Valldemosa] era fantástico, según expresión textual de Emilia Sureda. La escalera que conducía a él, tenía nombre de Virgen y de carabela. Se llamaba Santa María. Para llegar al estudio, había que ganar un puente que cruzaba por sobre la escalera, comunicando con el ala derecha e izquierda del piso superior. Ya en el estudio, la vista quedaba prendida en la pared frontal, donde los cuadros de desnudos de diferentes épocas se imponían por su gran belleza. Había una mesa descomunal, repleta de apuntes y bocetos que hoy se catalogarían como obras terminadas en espera de firma. Notas frescas, limpias de color y trazo seguro. Espontáneas y con un dominio del dibujo sorprendente.


El caballete, en el centro de la estancia, y a unos pasos, la paleta ¡enorme! que a veces ofrecía una visión de color, abstracta y bellísima.

Pilar Montaner ¡ya es pintora! y su marido contempla obra y mujer con entusiasmo y pasión.


                                                                                   Caty Juan de Corral




COLOMA ROSELLÓ ("Feminal 28", del 25 de juliol de 1909)



De la illa Daurada


[...] També cal parlar de sa dama ciutadana y sense sortir de Valldemosa, puch fer-ho d'una exquisida artista.

Aquests boscos estan masells de violetes selvatges que, modestes, s’amagan entre es fullatge, però s'agradosa flayra els descobreix y fa traició.

Axís passa en ma bona amiga Pilar Montaner de Sureda que viu retirada dins son palau, rodetjada d'una prole qu’arriba al número nou, lluny de es traqueteig mundà, però qu’una volta haver parlat ab ella s'endevina s'artista de temperament refinat, d’ànima enlairada, de senzillesa incomparable.



[...]Y en tot axò la jove artista, per que ho és jove y ho serà eternament per la seva figura animada, revoltosa, bellugadissa, permaneix casi ignorada p’es públich de Palma a n’a qui no s’ha volguda confessar mai pintora, exploradora de s’art que l’atreu y la té cautiva en llassos que l’estrenyen y l’estiran en forta corrent.
[...]Desde’l fons d’es cor agrahesch a sa amiga sa amabilitat, y esper que ses cultes barcelonines acuhiràn gustoses a s’artista que, indignament, presenta sa vostra germana de la Illa Daurada.

                                                                                       Coloma Rosselló


traducció castellá

FELIO J. BAUZÁ ("La Vida Soñada", 2009)



[...]La Pilar Montaner pintora es prácticamente fruto de Juan Sureda Bimet. No en vano su marido le permite visitar los principales museos de Europa y empaparse de las obras de los grandes maestros. En 1902 pintó con Joaquín Sorolla Bastida, de quien aprendió la mancha impresionista y supo captar la luz. En Palma estudió con Antonio Ribas Oliver y Ricardo Anckerman. En 1906 viajó de nuevo a Madrid con el pintor maldito -el barbero de la isleta de Cort - Antonio Gelabert y realizaron copias de los clásicos en El Prado, fundamentalmente Velázquez y Goya. Antonio Gelabert recibió ayuda económica de Juan Sureda con que sufragar su estancia en Madrid. Siendo delegado del Fomento del Turismo, el barbero de Cort siempre se sintió en deuda con Juan Sureda y le profesó cariño verdadero. [...]

Toni Gelabert                                     Pilar Montaner

Toni Gelabert                                        Pilar Montaner

[...]Pilar Montaner asistió a clases en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Todo ello animado por un Juan Sureda empeñado en hacer de su esposa una artista que aportara a la pintura un valor de calidad y de sensibilidad. Y, por supuesto, compatibilizando esta actividad, viajes y estancias en Madrid, con la prolífica maternidad.

[...]Calidad y sensibilidad son las dos notas dominantes en la obra de Pilar Montaner. Comenzando por la última, ¿cómo no va a rezumar sensibilidad por todos los poros de su piel una mujer que ha perdido a su madre de niña, que da a luz trece hijos y que los va perdiendo si no al nacer, de tuberculosis? Basta ver cualquier fotografía de Pilar Montaner para leer la ternura en sus ojos.


[...]Caracterizada por el realismo y la fidelidad al natural, la obra de Pilar Montaner gira en torno a escenas de la vida payesa y a temas urbanos. El retrato y el paisaje son una constante en su actividad. Respecto al primero, Pilar Montaner pintó a huéspedes y visitantes del Palacio del Rey Sancho (Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Gabriel Alomar, Eugeni D’Ors, Miquel Costa i Llobera, Llorenç Riber, Isidro Bonsoms...), mientras que del segundo resulta obligado destacar Valldemossa y su entorno, especialmente los olivos. Ya se ha visto como había presentado la temática de olivos en muestras y exposiciones internacionales.

Eugeni D'Ors                                                                                                    Unamuno


                                                                      Gabriel Alomar



Rubén Darío

[...]En más de una ocasión se ha catalogado la obra de Pilar Montaner como modernista. Sin embargo uno se pregunta qué es el modernismo en pintura y si efectivamente los cuadros de Pilar Montaner responden a un canon determinado. La obra de Pilar Montaner arranca de un academicismo realista -no otra cosa le enseñaría Emilio Ordoñez ni nada distinto aprendería de
las copias de Velázquez o del Greco ni de las lecciones de Ribas y de Anckerman- para hacerse permeable de la mancha impresionista con la influencia de Sorolla, Santiago Rusiñol, Joaquín Mir o Eliseo Meifrén.




[...]Pilar Montaner Maturana sobrevivió a su marido y falleció en Valldemosa el 23 de septiembre de 1961 a los 85 años de edad. Algunas fuentes señalan que nunca vendió un cuadro en toda su vida, extremo que no puede compartirse. Nunca quiso desprenderse de su obra por dinero, si bien en alguna ocasión tuvo que hacerlo.

[...]En definitiva la historia del arte hace justicia a Pilar Montaner, de manera que el balance de su persona y su obra no puede ser más exitoso: Carmen Bosch la define como “un espíritu fuerte e indomable bajo una fragilidad aparente", al tiempo que destaca “un estilo muy personal de una fuerza, pujanza e intensidad que sobrepasan su condición femenina".





JGM



En 1918 escribió JGM que “la naturaleza mallorquina no tiene secretos para la paleta de Pilar Montaner, y hay en sus cuadros tal encanto, tan sugestiva intuición del momento luminoso fijado, tan fuerte y delicada poesía, que han merecido ser cantados con versos de Rubén Darío"






GABRIEL ALOMAR (catàleg de l’exposició a les Galeries Laietanes de Barcelona, 1921)



...]Hi ha, per de prompte, en les seves pintures, aquella inconfusible vibració d’ànima qui sembla un papelloneig de la flama personal sobre la indiferència aparent de la natura. He dit papelloneig, i ara me n’adono de la justesa involuntària d’aquest mot. Poseu a l’artista davant qualsevol forma natural de bellesa. Els temperaments vulgars no sabrien deposar sobre aquella forma la projecció de llur esperit. Però l'artista es revela desprenent amb delicadesa la seva psiquis i fent-la papallonar finament sobre aquelles apariències, ungides d’infinit, per a extreuren la bellesa que revelarà després en l’obra d‘art, barrejant-la amb la seva pròpia bellesa d'artista.


Jo diria que amb tot i una detinguda i refinada educació artística, les condicions nadives superen encara a les educatives en la seva personalitat. Ella no ha patit el martiri tecnicista de les acadèmies, la seva ànima s’és desclosa com una flor silvestre sota la llum vivificadora i fecondant de Mallorca, que ella com ningú, ha pogut absorbir.


Els paisatges tenen una lleugeresa de gradacions qu’els compenetra amb la diafanitat on es senten immergits més que destriar-se sobre la llum -aquella claror mallorquina, tan poc propícia a la suggestiva escala de termes-, diríem que exhalen llum, com una natural emanació, millor encara, com una vibració.


                                                                                     Gabriel Alomar, 1917


traducció

J. BLANCO CORIS ("Heraldo" de Madrid del 27 de noviembre de 1918)







[...]Es “la pintora de los olivos", como la denominaba Rubén Darío; un temperamento de artista vigoroso, que siente la Naturaleza en toda su grandiosidad y que ve el color con toda la pujanza de un maestro.


                                                                                        J. Blanco Coris






JOANA ROMEU ("Feminal 122" del 24 de juny de 1917)



...]Blaves llunyanies, camins florits, visions de festa popular, y rostres gentils d’infants y de gracioses donzelles se barregen a les grans figures de poetes, literats y sociòlechs, y a la testa venerable de sa senyora àvia qui sembla tota contenta de la companyia y ab sos cabells blanchs y sa mirada serena sembla dirnos:

“Sí... És ella qui de nou ens ha creat, ella la dona artista, qui ha fet encara una altra obra ben fructuosa: la de mostrar que en nostra terra la dona viu sempre en l'artista, com aquesta esposa y mare exemplar de catorze fills. Sí, ella és, la qui, menuda, petita y graciosa, ab sos ulls immensos y son cos vincladís de joveneta, ha omplert aquesta sala de bellesa. Ella és la qui ha escrutat sense descans el misteri de les milenàries oliveres enigmàtiques y monstruoses, de fantasmagoria dantesca, prometentnos en dies no llunyans l’esclat de llur revelació".


Axís sembla dir de la filla, sa senyora àvia, des de son march d‘or, tota joyosa de les lloances qu’apar escoltar devotament.




[...]hem d’agrahirli, entre altres coses, l’haver-nos fet assaborir en son quadro “una espanyola” la graciosa bellesa de l’lsabel Sans y Rosselló, distingida poetessa, reyna que fou del últims Jochs Florals de Palma, y filla de la notable escriptora mallorquina Coloma Rosselló de Sans.

                                                                                          Joana Romeu








MANUEL FUENMAYOR (Tarjeta de visita 1-3-1948)






Emocionada, Unamuno, te llamó,

Y emocionante completaría yo.

Emocionante artista emocionada,

con tres palabras quedas retratada.

                                                                                
                                                                           Manuel Fuenmayor






MARIO VERDAGUER (Poema laudatori 15 Abril 1910)


I. In laude tibi fecit


Señora, al contemplar vuestras pinturas

llenas de un arte noble y eminente,

donde sonríen todas las figuras

con una poesía transparente,


me acuerdo del antiguo monasterio,

donde, cual vos, otra mujer sensible,

sentada en el florido cementerio.

escribió un libro dulce y apacible.


Vos como ella tenéis el sentimiento

y la visión profunda de las cosas,

y en el conventual recogimiento

buscáis las formas bellas y armoniosas.


Así una estela de apacible ensueño

en vuestra vida de fecundo brote,

mujer que acariciáis a Clavileño,

la divina mentira del Quijote


y amáis el Arte con viril aliento

y buscáis el enigma de lo hermoso,

y tenéis en el alma el sufrimiento

y una fiebre de ver en vuestros ojos.


Mallorca la florida, la dorada,

la de la mar profunda y esplendente;

la que debéis sentir, maravillada,

triunfar en vuestra vida dulcemente.


Mallorca la dorada os ha elegido,

os ha dado el perfume de su calma

y en una comunión de amor ha unido

su alma de alegría y vuestra alma.


                         
                                                      II. Los cuadros

5.- Junto al paraván


Una armonía rosa y delicada

en tu cuerpo divino se desflora,

y triunfa una lumbre tentadora

en el dulce vagar de tu mirada.


En tu gesto de eterna fatigada

tienes un madrigal sobre tu boca,

y una rebelde y ambarina toca

finge tu cabellera despeinada.


¿Quién no soñó en tu dulce gentileza,

mujer, flor o perfume de belleza,

princesa de balada muy brumosa?


¿Qué poeta no amó tu cuerpo rosa

entre los lotos y las garzas graves

y la opulencia de los pavos reales?


12.- Mis hijos.-Retrato


Ellos son la nidada, la alegría,

Ellos son la carne de la Poesía.

Su jolgorio de inquietos gorriones

alboroza de amor los corazones.


La artista los contempla y piensa alborozada.

De vosotros haré una obra más preciada.

Y de ese familiar y delicado tema

ha pintado la artista su más bello poema.


Cómo no, si a su hermoso talento se han unido

los profundos afectos que perfuman el nido!

Cómo no, si sus sueños, siempre en la gloria fijos

han tenido por fondo los ojos de los hijos!





4.-Interior moderno


El reloj de Sajonia palpita quedamente,

la atmósfera del cuarto es desolada y fría.

Tú eres triste mujer y tú eres poesía

mirando tras los vidrios como pasa la gente


de esa ciudad que miras espiritualmente.

¿Qué ves en la nevada, brumosa lejanía.

qué ves, nuestra señora de la Melancolía.

con los brazos caídos y pálida la frente?


¿ves tras la fría y útil lámina de los vidrios

cómo finge la nieve una lluvia de lirios

y sientes la nostalgia de tu extraño país?


¿Qué tienes, mujercita, de triste y de nevado,

qué es lo que lejos, lejos tu espíritu ha dejado

bajo el cielo brillante y alegre de París?


Envío


El poeta que ha visto vuestra alma

en esos cuadros bellos y serenos,

ha limado por vos pacientemente

el ánfora impoluta de unos versos.


Y al reflejar en ellos su entusiasmo,

como modesta ofrenda os la presenta.

La copa es pobre, sin dorado vino,

de perfume de paz solo está llena.




Si os agrada, señora, el agua limpia,

la admiración que en ella se os presenta,

tomad la copa del modesto vate.

Bebed en ella.

Mario Verdaguer


MIGUEL ANGEL COLOMAR ("Última Hora" del 25 de setembre de 1961)

[...] Doña Pilar Montaner ha sido más, mucho más, que la lírica y fascinante “pintora de los olivos”, cantada por Rubén. Este es el tópico, no falso, pero sí a todas luces insuficiente. ¿La genial “pintora de los olivos”, nada más? Uno de los primeros pintores –tal vez el primero- que acertó a incorporar a España a la “esencialidad del impresionismo", superando el “formulismo pseudoimpresionista" de Sorolla, del que doña Pilar había sido discípula. Tres etapas son perceptibles en la ascendente trayectoria de la excelsa artista: la inicial, circunscrita a la pintura típicamente decimonónica, inspirada mayormente en el costumbrismo; la del enlace de este género con el impresionismo y, finalmente, la aportación de su personalísima concepción del impresionismo de caracteres que debían precisarse después en otras orientaciones post-impresionistas y precursoras del expresionismo de la transguerra del 14.
                                                                                                  
                                                                                                   M.A.C.




Pintura la de Pilar Montaner, de técnica “impresionista", carente de afectación, sencilla y objetiva en cuanto a los temas, potencialmente lírica y abstracta y subjetiva por lo que atañe a su entrañable contenido. En esto radica su más alto valor espiritual y esto es lo que la sitúa en uno de los lugares cimeros de la pintura española contemporánea.

                                      Miguel Ángel Colomar



OSVALDO BAZIL (Valldemosa, 1913)





A Pilar de Sureda



Mariposa que alegras los recintos

de la vieja Cartuja, Mariposa

bordada sobre carne de jancitos

en el azul del manto de una diosa!


Tú pintas los olivos del retiro

que vieron a Raymundo penitente

y cortaron el hilo del suspiro

cuando Chopin nocturnizó su frente!


Y hay en el Corazón de tus pinceles

la sangre de los místicos vergeles

desmayados en un azul de mar!


En el ara del arte, Mariposa,

Dios pone para ti la mejor rosa

que aroma en la corona de su altar!

                                                     
                                                        Osvaldo Bazil





RUBÉN DARÍO


Los Olivos



Los olivos que tú, Pilar pintas, son ciertos.

Son paganos, cristianos y modernos olivos,

que guardan los secretos deseos de los muertos

con gestos, voluntades y ademanes de vivos.



Se han juntado a la tierra, porque es carne de tierra

su carne; y tienen brazos y tienen vientre y boca

que lucha por decir el enigma que encierra

su ademán vegetal o su querer de roca.



En los Getsemaníes que en la isla de oro

fingen en torturada pasividad eterna

se ve una muchedumbre que haya escuchado un coro

o que acaba de hollar l'agua de una cisterna.



Ni Gustavo Doré miro estas maravillas

ni se puede pintar como Aurora Dupin

con incomodidad, con prosa y con rencillas

Io que bien comprendía el divino Chopin...



Los olivos que están aquí son los olivos

que desde las prístinas estaciones están

y que vieron danzar los faunos y los chivos

que seguían el movimiento que dio Pan.



Los olivos que están aquí, los ejercicios

vieron de los que daban la muerte con las piedras,

y miraron pasar los cortejos fenicios

como nupcias romanas coronadas de hiedras.



Mas sobre toda aquesa usual arqueología

vosotros, cuyo tronco y cuyas ramas son

hechos de la sonora y divina armonía

que puso en vuestro torno Publio Ovidio Nassón.



No hay religión o las hay todas por vosotros.

Las Américas rojas y las Asias distantes

llevan sus dioses en los tropeles de potros

o las rituales caminatas de elefantes,



que buscando lo angosto de la eterna esperanza,

nos ofrece el naciente de una inmediata aurora,

con lo que todo quiere y lo que nada alcanza,

que es la fe y la esperanza y lo que nada implora.



                                                                                               Rubén Darío