ALBERT VIGOLEIS THELEN "La Isla del Segundo Rostro", 1953. Fragment




[...] La madre de Pedro, la princesa, que se llamaba doña Pilar, sabía ciertamente cómo se debe recibir a los invitados. No sólo era una dama de la aristocracia, sino también una artista, y, como tal, vivía en un estado de conciencia especial, lo que hacía que en ocasiones se olvidara de las conveniencias.





[...] la madre de Pedro era una señora de baja estatura, que se vestía con notable negligencia y era considerada una buena retratista. El rey había posado para ella, pese a que normalmente los reyes solo son retratados a partir de tarjetas postales. Resultaba turbador que también se llamara Pilar. Este nombre, que a mis ojos era el símbolo de la lujuria de la calle y del burdel, había acabado por determinar una categoría de mujeres en la que me resultaba imposible clasificar a aquella mujer que, incluso con su bata de pintora, toda llena de manchas, con la que recibía las visitas, no podía negar la nobleza de sus orígenes.